Desde las 10 de la mañana del 28 de octubre, un grupo de agricultores productores de cebolla bloquearon la vía Pasto – Ipiales en el punto denominado El Placer. Encabezados por Richard Delgado, un representante de los agricultores, la comunidad busca expresar su descontento ante la importación desmedida de cebolla peruana que está impactando negativamente su economía local.
«Estamos aquí desde ayer manifestando nuestra oposición a la importación de cebolla peruana, que está afectando gravemente nuestros ingresos. Actualmente, un bulto de cebolla peruana se vende en Cali a precios que ni siquiera cubren nuestros costos de producción», afirmó Delgado, quien subrayó que hay más de 30,000 bultos de cebolla en la zona de Nariño que no encuentran mercado debido a la competencia desventajosa.
La situación ha llevado a los campesinos a hacer un llamado urgente a las autoridades. «Exigimos la intervención de la ministra de Agricultura y del ministro de Industria y Comercio para que nos brinden una solución inmediata. Estamos enfrentando pérdidas millonarias y todas las familias productoras están afectadas», añadió el líder agrario, destacando que la falta de apoyo pone en peligro la sostenibilidad de sus cultivos.
El día anterior, la comunidad tuvo una videollamada con la ministra de Agricultura y el ministro de Hacienda, quienes se comprometieron a visitar la zona en busca de soluciones. «Nos dijeron que vendrían a las 2 de la tarde de hoy, estamos a la espera de que cumplan su promesa. Si logramos llegar a un acuerdo, levantaremos el bloqueo», explicó Delgado.
Aunque el bloqueo ha generado inconvenientes en el tráfico, los campesinos han garantizado que permitirán el paso de vehículos de emergencia. «Damos prioridad a ambulancias y personas que necesiten atención médica urgente, así como a niños que requieren regresar a sus hogares tras sus estudios», aseguró el representante de los agricultores.
A medida que avanza la jornada, la tensión se mantiene en El Placer, con la comunidad esperando una respuesta efectiva por parte del gobierno. «Esperamos que nuestras voces sean escuchadas y que las autoridades actúen antes de que la situación se vuelva insostenible», concluyó Richard Delgado. La esperanza de los agricultores se centra en las negociaciones que podrían determinar el futuro de su producción y el bienestar de sus familias en un contexto de crisis agrícola. El Radar del Sol continuará informando sobre esta situación que complica la economía rural de Nariño.
