En un esfuerzo conjunto por abordar la crítica situación de seguridad en la región cordillerana de Nariño, el Ministerio de Defensa, junto a diferentes entidades del Gobierno nacional y la Gobernación de Nariño, concluyó un importante Consejo de Seguridad en Bogotá. La reunión, liderada altos funcionarios de las carteras de Gobierno y por el gobernador Luis Alfonso Escobar, se centró en trazar un plan de acción integral que no solo se enfoque en el aspecto militar, sino que también abarque el desarrollo social y económico en las zonas afectadas.
Contexto de la situación en Nariño
La región cordillerana de Nariño ha enfrentado en los últimos meses una creciente ola de violencia debido a la presencia de grupos armados ilegales que disputan el control territorial para actividades ilícitas, como el narcotráfico y la minería ilegal. Esta situación ha derivado en un aumento significativo de desplazamientos forzados, amenazas a líderes sociales y afectaciones directas a la población civil, sumando un clima de inseguridad que preocupa tanto a las autoridades locales como nacionales.
En este contexto, el Consejo de Seguridad realizado en el @Mindefensa fue un espacio crucial para evaluar el estado actual del orden público y delinear estrategias de intervención en el departamento. Durante su intervención, el gobernador Escobar manifestó:
«Hemos concluido un Consejo de Seguridad Humana en el que no solo abordamos los temas de seguridad, sino que también enfocamos nuestra atención en una intervención integral en la cordillera. Junto al viceministro de Agricultura y el viceministro de Diálogo Social y Derechos Humanos, hemos establecido una hoja de ruta que prioriza el bienestar de nuestras comunidades.»
Agenda de la mesa de intervención integral
Como resultado de esta reunión, se anunció la realización de una mesa de intervención integral que se llevará a cabo del 20 al 22 de noviembre en Pasto. Este espacio será liderado por el Viceministerio de Diálogo Social y Derechos Humanos y se centrará en cuatro líneas estratégicas:
- Educación: se espera en este sector el mejoramiento del acceso y la calidad de la educación en las comunidades rurales de la cordillera, afectadas por la violencia y la falta de infraestructura educativa.
- Agricultura: En este sentido hace falta fortalecer el sector agrícola con proyectos que incentiven la producción local y mejoren las condiciones para los campesinos, uno de los sectores más golpeados por el conflicto.
- Infraestructura: Es necesario en este sector que se cumpla los compromisos de mejoras en la infraestructura vial y servicios básicos que permitan una mayor conectividad y acceso a servicios esenciales en la región.
- Derechos Humanos: Reforzar la protección de los derechos humanos y el acompañamiento a las víctimas del conflicto, garantizando espacios de diálogo y participación comunitaria, protección y no repetición.
Esta mesa de trabajo contará con la participación de entidades del gobierno nacional, autoridades territoriales, y representantes de las comunidades, con el objetivo de construir soluciones que permitan un desarrollo sostenible y una paz duradera en la región.
Expectativa sobre las decisiones futuras
Las conclusiones y acuerdos que se deriven de esta mesa serán determinantes para el futuro de la seguridad y el desarrollo en Nariño. El gobierno departamental y nacional tienen una oportunidad histórica para demostrar su compromiso con una intervención que no solo apunte a la solución militar, sino que propicie un cambio social profundo en una de las regiones más afectadas por el conflicto en Colombia.
Se espera que al finalizar la mesa de trabajo, se anuncien nuevas medidas y recursos destinados a la implementación de los proyectos acordados, lo que podría marcar un punto de inflexión en la lucha por la estabilidad y el progreso de la cordillera nariñense. ¡Manténgase atento a los resultados de este importante encuentro en Pasto, que podría redefinir el rumbo de la región hacia un futuro más seguro y próspero!