En un evento cargado de tradición, cultura y esperanza, el municipio de Tumaco fue escenario de la Novena por la Vida, donde la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Yesenia Olaya Requene, sorprendió con un anuncio en el marco de la educación y la ciencia en la región.
La ministra, oriunda de Tumaco, reveló una inversión de $8000 millones para equipar 15 laboratorios de robótica con tecnología avanzada, incluyendo aulas especializadas en inteligencia artificial y herramientas para proyectos de física, química y matemáticas. «Esto permitirá fortalecer las vocaciones científicas de nuestros estudiantes y transformar sus realidades», afirmó Olaya ante más de 1000 ciudadanos que se dieron cita en el evento.
Durante la jornada, que también incluyó actividades culturales y tradicionales, la ministra destacó el impacto de programas como «Jóvenes en ciencia para la paz», que empodera a cerca de 70 jóvenes de la región en áreas como cambio climático, ciencias del mar y reactivación productiva del cacao.
Además, César Gómez, de la Dirección de Planeación de MinCiencias, presentó los logros institucionales del ministerio, que este año alcanzó un histórico puntaje de 80.2 en el Índice de Desempeño Institucional (IDI). Este resultado posiciona a MinCiencias como referente en transparencia, planeación estratégica y ejecución presupuestal con un 87.2% en inversión.
La viceministra Ana Lucía Caicedo resaltó la integración de disciplinas para crear bases de datos genómicas que revolucionarán la prevención y diagnóstico de enfermedades mediante inteligencia artificial, mientras que el viceministro Iván Luna destacó inversiones de $140.500 millones en formación de alto nivel.
La jornada concluyó con la entrega de regalos a niños y niñas, un símbolo de esperanza para construir una sociedad más equitativa y enfocada en el conocimiento. «Este es solo el comienzo», afirmó la ministra Olaya al anunciar una convocatoria de $5 mil millones para proyectos en el Caribe en 2025, reafirmando su compromiso con una Colombia más innovadora.
La ciencia y la tradición se unieron en Tumaco, dejando un mensaje claro: la inversión en conocimiento es el camino hacia la paz y el desarrollo sostenible. Con esta apuesta, el Pacífico Nariñense se posiciona como un ejemplo de cómo la ciencia transforma comunidades, llevando esperanza a las nuevas generaciones.